La edición de este manual ha sido
especialmente concebida para un grupo de profesionales que se entrenan en Costa
Rica, dentro del marco de ejecución del Programa Regional de Capacitación
contra la Violencia Doméstica del ILANUD, sobre el manejo terapéutico de las
personas abusadas sexualmente.
La
autora refiere que la validación de este modelo, dependerá en gran medida de la
experiencia que los profesionales desarrollen y de sus aportes prácticos y
teóricos. Por tal razón considera este manual como un documento inicial, sujeto
a modificaciones, las cuales reflejan nuestra experiencia latinoamericana.
Además,
ha procurado escribirlo en un lenguaje sencillo, comprensible y dulce, con la
finalidad de que se pueda leer sin mayor dificultad. Quienes utilicen este manual,
deben apoyarse con la teoría, vertida en el libro: “Del ultraje a la Esperanza.
Tratamiento para las Secuelas del Incesto”, o bien de su autoría, o con alguna
bibliografía que sea afín a este tema. Además deben poseer entrenamiento en la
perspectiva de género y en la teoría sobe el incesto y el abuso sexual
infantil, desde esa perspectiva.
El
objetivo primordial de este manual es seguir contribuyendo con la desaparición
de la violencia sexual hacia los niños y niñas de América; crímenes de poder que
aún cuentan con la complicidad social. Además de apoyar a los terapeutas que
tengan en sus manos la valiosa vida de las niñas y niños que han sufrido esta
violencia.
Estructura del Manual:
A continuación se presenta una breve
introducción sobre los temas que aborda cada una de las sesiones.
SESIONES
1. Presentación, establecimiento de las reglas y de la alianza terapéutica:
La
sesión debe efectuarse en un ambiente de calidez y seguridad; la pareja de
terapeutas debe expresarse en forma clara, comprensible, respetuosa, según la
edad o nivel educativo, desarrollo o capacidad cognitiva. En la pareja de
terapeutas se recomienda que sea un hombre y una mujer. El grupo puede ser
conducido, si no hay recursos, por una sola terapeuta o por un terapeuta
masculino.
2. Confianza y Apoyo:
Generalmente
los niños y niñas que han sido víctimas de algún tipo de abuso sexual se
mantienen aislados del resto de personas, puesto que se sienten marcados por la
traición que se le s ha infligido, porque el secreto impuesto les hace sentir
indignas o indignos ya que el abuso sexual desmorona la capacidad de establecer
confianza y vínculo. Por tal razón una de las primeras cosas que debe
proponerse la pareja de terapeutas es brindar un ambiente dentro del grupo que
promueva la confianza.
3. ¿Como me Siento?
Para sobrevivir el abuso, los
pequeños víctimas, tuvieron que separar los sentimientos de los hechos y de
recuerdos. Reintegrar recuerdo y sentimiento es una de las grandes tareas de
este modelo terapéutico.
4. Mitos y Realidades. El desarrollo del NO.
El
abuso destroza y aniquila a los niños y niñas, dado que por su corta edad no
han logrado fortalecerse lo suficiente y están desarrollando sus defensas
básicas. La reconceptualización cognitiva será de utilidad en esta sesión, en
la que se reflexionara sobre los mitos. Las familias donde se da el abuso son
muy estereotipadas y el abuso mismo deja a la niña o niño llenos de culpas y
distorsiones.
5. La Revelación:
Se
espera en ese momento del proceso, haber fortalecido lo suficiente en la o el
niño, sus destrezas, la capacidad de búsqueda de apoyo y sus habilidades. Ya se
les ha brindado la información correcta sobre el abuso. Sobre el abuso sexual
ha habido un silencio histórico impuesto a las víctimas, que permanecen
calladas por años, incluyo algunas no hablan nunca. Por tal razón, aunque habar
sobre el abuso sexual sea vergonzoso y doloroso, es un derecho, que además de
necesario y terapéutico, les otorgará la sensación de que son creídos o creídas
y comprendidos por primera vez.
6. Prevención de Abusos Futuros:
Por
razones de socialización muchos niños, a quienes se les enseña a no ser
víctimas, tienden a repetir el abuso sexual a otros niños o niñas. Pero también
algunas niñas lo hacen, dado que el amor y el contacto se sexualizaron.
(G. Batres, 1999).
Una
sesión en donde se ayude a estos pequeños a comprender que no es bueno repetir
el abuso o maltratar físicamente a otros, toca un tema imprescindible y muchas
veces ignorado en el tratamiento de niños abusados sexualmente.
7. Valorando el Genero:
El
abuso sexual es un abuso de poder. En el proceso de socialización plagado de
desigualdades entre los sexos, se legitima la injusticia y el abuso hacia los
más débiles. Prepara a los niños para que conozcan sus derechos y se valoren
como personas, contribuye a que se produzca una ruptura en los valores que
permiten y promueven estas desigualdades de poder y la desvalorización.
8. El Enojo:
Cuando
se es traicionado por alguien a quien se quiere, se despierta un gran
sentimiento de enojo. Cuando el ofensor es el padre, madre o hermano o una
persona muy cercana, el enojo va acompañado de otros sentimientos, esto se
denomina ambivalencia.
A
los niños en especial, se les dificulta expresar lo que sienten, por razones de
su socialización. Por tal razón lo hacen por medio de la violencia hacia los
demás. Se debe validar sus sentimientos de enojo y hacerles ver que está bien,
pero que debe dirigirse a quienes le han dañado.
9. El Poder:
El
abuso sexual invade el territorio físico y psicológico de la víctima en contra
de su voluntad. Cuando los niños creen que las personas adultas tienen la
razón, los mensajes destructivos y crueles de quienes los abusaron han tenido
un gran impacto en sus vidas, transmitiéndoles el mensaje de ser personas sin
valor ni importancia.
La
víctima es invalidada y aprende que ella no será escuchada, a la vez que se le
desarrolla un sentimiento de ineficacia. Aprender a reconocer estos mensajes y
sustituirlos por mensajes positivos es parte valiosa del proceso de sanación
(G. Batres, 1998)
10 y 11. Su Cuerpo:
Los
niños abusados sexualmente, con frecuencia creen que su cuerpo ha sido dañado
físicamente de alguna manera, o que el abuso sexual ensucia y malogra su
cuerpo. No tienen información clara y sin prejuicios sobre el cuerpo y los
órganos genitales. Como el cuerpo fue el vehículo del abuso sexual, lo odian o
sexualizan las relaciones.
12. Autoestima:
La
autoestima es la percepción sobre uno mismo, la idea sobre nuestro valor y
habilidades. Los niños abusados sexualmente, vivieron en circunstancias que les
llevaron a sentirse malas personas. El abuso sexual imprime un concepto de
estigma y poco valor. Hay vergüenza y culpa asociados al crecimiento (G.
Batres, 1998).
13. El Futuro:
Se
ha concluido un proceso en donde la mayoría salen victoriosos. Habrá algunos
que necesiten proseguir por algún tiempo en terapia individual. En este momento
se habla sobre la posibilidad siempre abierta de regresar por ayuda,
principalmente porque separarse de personas junto a las cuales se han edificado
las bases de una nueva vida, es una pérdida que genera un entendible, pero
inevitable dolor.
El
seguimiento grupal que recomienda Gioconda Batres consta de dos sesiones cada
tres meses (G. Batres, 1998).
14. Graduación:
Este
día debe ser muy especial, todo debe ser positivo y alegre: deben haber
planeado entre todos cómo pasarla de lo mejor.
Un recuento de parte de la pareja de terapeutas
sobre todas las cosas logradas por parte de cada uno es importante. Además,
hablarles de cómo se enfrentarán al mundo como seres más valientes y fuertes
para salir adelante.